Con la casa a cuestas

Si bien se les conoce por tener la "habilidad" de tardar una hora en andar unos 50 centrímetros, estos moluscos presentan particularidades que los hacen sumamente interesantes.  

Se han investigado los rastros de baba que dejan los caracoles y babosas, y se han encontrado indicios de que siguen la pista unos de otros para ahorrar energía.  Lógico, ¿no?  Al utilizar la misma "autopista" se necesita menos cantidad de baba que los antecesores y se evitan obstáculos.  




Los caracoles son hermafroditas, están equipados con ambos órganos sexuales y producen tanto espermatozoides como óvulos. Sin embargo, deben acoplarse ya que no pueden autofecundarse.  

La forma de su concha sigue la proporción áurea o el número de oro (1,618033989…), solución de una sencilla ecuación de segundo grado que produce las características espirales.  No se trata de una coincidencia, sino que es la manera más efectiva de organizar las estructuras. Ese patrón presente en el diseño de muchos elementos en la naturaleza permite, entre otras cosas, que las ramas crezcan sin hacerse sombra las unas a las otras.   

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